MI CONFROTACIÓN CON LA DOCENCIA.
Alguna vez me preguntaron que si quería ser maestro y mi respuesta fue: maestro yo ni que estuviera loco además con mi forma de ser imagínate como van a estar mis alumnos, transcurrió el tiempo mi preparación media superior la realice en la capital del estado de Zacatecas, en esa etapa me interesaba y además mi aspiración era de ser ingeniero agrónomo pero además poder trabajar en el negocio de mi padre que es una propiedad agrícola ganadera ubicada en el municipio de Luis Moya, Zacatecas. Es así como empieza esta labor tan hermosa, tan llena de satisfacciones como es la docencia y que gratifica además remunera a mi persona, no solo en la cuestión económica, sino reconfortante al saber que estoy ayudando a un adolescente mas, apoyándolo en una decisión muy importante para su futuro.
Mi nombre es Juan Gabriel Adame Acosta, naci en el estado de Zacatecas, mi familia está formada por mi esposa y dos hijos los cuales llevan los nombres de Gabriel y Jaqueline, con 10 y 4 años de edad respectivamente. Mi esposa también es maestra de nivel medio superior y labora en el mismo subsistema de CECyTEZ, EMSaD, además es mi compañera de plantel.
Para lograra mi objetivo de ser ingeniero agrónomo tuve que salir del estado de Zacatecas e irme al estado de Coahuila, mis estudios los realice en la Universidad Agraria Antonio Narro en Saltillo, Coahuila, cuando egrese trabaje por un periodo de don años en el rancho de mi padre, para ese entonces ya estaba caso y una familia a la cual responder, por tal motivo me decidí independizarse de mi padre y tratar de encontrar trabajo, y efectivamente lo encontré en las oficinas de SAGARPA en una modalidad que se llamaba en aquel entonces PESPRO y que al cabo de un tipo este cambiaria sus siglas a PRODESCA, me asignan al municipio de Joaquín Amaro para buscar situaciones favorables para implementar proyectos productivos y tratar de convertir a los productores campesinos de esa región en pequeños emprendedores en su propio negocio. Al cabo de dos años cambie de trabajo y me traslade al vecino estado de Aguascalientes para hacerme cargo de un rancho en el cual de cosechaba la brócoli y coliflor, estuve un periodo relativamente corto pues este dura cuatro meses, quedando una vez más como empecé; sin trabajo, y sin dinero. en una ocasión que fui a Jerez, Zacatecas estaba con un compañero de trabajo que conocí cuando laboraba en SAGARPA y que hicimos muy buena amistad, le comente de mi situación y él me dio un pedazo de periódico en el cual decía: se solicita ingeniero agrónomo, interesados comunicarse al teléfono, la verdad ya no recuerdo ni el teléfono así como la dirección, ese mismo día me dirigí a la dirección que mencionaba el clasificado, entre en las oficinas y me entreviste con el encargado, mi sorpresa fue que el trabajo por el cual estaban solicitando a un ingeniero agrónomo era la de ser docente, todo me imagine menos eso, total durante la entrevista me explicaron que clases impartiría y a qué lugar tendría que dirigirme, al terminar la plática con el encargado salí ya me dirigí a mi casa muy pensativo y diciéndome, pero además cuestionándome si podría ser capaz de enfrentar es nuevo reto. Platicando después con mi esposa llegamos a la solución de aceptar el trabajo como docente de nivel medio superior.
Mi primer día de trabajo como docente o como profe como dicen los alumnos, llegue al plantel los cuales no tenía nada de parecido con un edificio de una escuela, eran bodegas de granos de CONASUPO pero acondiciones provisionalmente para impartir las clases, para no hacer más largo este cuento, recuerdo mi primera experiencia frente a grupo, ya en ocasiones en mi antiguo trabajo había estado al frente de 60 productores, tener a mi cargo 30 trabajadores, pero nunca a 30 alumnos frente de mi, tenía una sensación difícil de describir, las manos me sudaban, las piernas me temblaban y mi voz se quebraba, no sabía qué hacer ni que decir, de repente se oye una voz de la esquina trasera del salón que decía: a este profesorcito nos la vamos a echar muy pronto así como la otra que estuvo; afortunadamente me salvo el timbre y ya no tuve que tratar de dar una explicación con los alumnos, nada más me presente con ellos.
Al siguiente día empecé a familiarizarme con los alumno a conocernos misma pero yo seguía con esa sensación en la cual no me sentía muy agusto con mi persona, fue un cambio muy drástico se ser libre en el campo, ver el verde del campo y de repente encerrarme en un cuartito a prepara la clase del día siguiente, recuerdo que le comentaba a mi esposa en donde le externaba lo difícil que era controlar a los alumno, como lograr que me pusieran atención y lo más difícil como hacer que ellos entraran en la dinámica de ponerse a trabar, entregar tareas, etc.
Las clases que impartía estaban basadas en la forma de cómo a mi me las habían impartido mis profesores, en un modelo tradicionalista, con el transcurso del tiempo y la preparación y la poca experiencia que estaba adquiriendo fui cambiando a otros modelos en donde el alumno construyera su propio conocimiento y fuera autodidacta, hasta llegar al de nuestros días que está basado en competencias, según lo exige la RIEMS, que por ser un modelo nuevo pues tarda un poco en adaptarse los alumno al ritmo de trabajo.
Con el tiempo me fui dando cuenta de los diferentes formas del proceso de enseñanza aprendizaje en donde lo más importante es tratar de generar un ambiente ideal para que el alumno pueda tener un rendimiento adecuado en sus estudios que en pocas palabras es el compromiso del docente que tiene con los alumnos, apoyarlos en esa etapa tan difícil por la cual transitan como la adolescencia y hacer lo posible para que nuestros alumno sean capaces de insertarse en el ámbito laborar y social.
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